Sarah Engelke, estudiante norteamericana de arquitectura de interiores, tuvo la buena idea de retapizar un viejo sillón con una tapicería diseñada por ella misma a base de fotografías del propio sillón.
Tras retirar la funda del sillón, fotografió la estructura desnuda del sillón, retocó digitalmente las fotografías y las imprimió las en papel de transfer. A continuación, planchó los papeles de transfer sobre una tela en blanco, y, por último, fue retapizando el sillón con esta tela.
El resultado final del tapizado es así de sorprendente.
que feo