No te martilles los dedos


Me considero bastante hábil con las manos. Soy de las que hace bricolage, del sencillo, en casa. Sé taladrar una pared para colgar un cuadro, colocando un taco y una alcayata, y como podéis apreciar también conozco la terminología.
También me defiendo bastante en las labores de pintura y de ajustar tuercas y tornillos. El problema surge cuando tengo que clavar clavos, y no es que tenga mala coordinación, sólo que a veces, cuando la posición del clavo no es natural o cuando es muy pequeño, indefectiblemente, el martillo acaba sobre mi dedo, en vez de sobre el clavo en cuestión.

Por eso al ver el ThumbSaver me acordé de mis pobres deditos y me pareció un instrumento ideal para recogerlo aquí. Es una sencilla herramienta que consiste en un eje de aluminio con un imán fuerte en un extremo y una cómoda sujeción de goma en el otro. Todo lo que necesita hacer es coger un clavo o tornillo con la parte magnética y comenzar a martillar, manteniendo tus dedos siempre a una distancia prudencial.


El fabricante afirma que se puede utilizar en una amplia variedad de tareas que van desde las artesanías a la construcción de vallas. Personalmente, yo voy a hacerme con este aparatejo, por que me gusta mucho decorar y eso implica poner en riesgo mis dedos.